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Acudimos a una sesión de tatoos para ver a los profesionales trabajar con nuestro guante Grippaz 580NR. Un guante de nitrilo para tatuadores, libre de polvo para evitar contaminación, que cuenta con un diseño ergonómico para facilitar el agarre en cualquier ambiente, ya sea húmedo o seco.
Su dibujo en forma de escamas de pez le confiere un fantástico ajuste tanto en la parte exterior como en la interior para reducir el deslizamiento de la mano y permitir una mayor precisión en la ejecución.
Además la gama Grippaz se caracteriza por contener tres cualidades muy interesantes para el sector de los guantes de trabajo, que se traducen en una mayor resistencia, agarre y durabilidad de los mismos frente a otros.
De hecho, los guantes negros de nitrilo son lo suficientemente fuertes como para durar largas sesiones y ofrecen de tres a cinco veces la resistencia a la punción como guantes de látex.
Por otra parte, su gran versatilidad los hace apropiados para un amplio abanico de usos y disciplinas. Desde trabajos comunes en talleres y automoción, donde se generan ambientes más sucios, a otros ámbitos totalmente distintos como pueden ser peluquerías o salones de tatuajes.
La visita nos permitió visualizar in situ la eficiencia y protección de los guantes de nitrilo para tatuadores en las manos de sus profesionales. Un ejercicio de precisión y seguridad laboral.